Málaga, en la Costa del Sol, es un tesoro que combina historia, sol y encanto mediterráneo. El imponente Castillo de Gibralfaro ofrece vistas panorámicas de la ciudad y del mar, mientras que la Alcazaba, con sus jardines exuberantes, evoca la rica herencia árabe. Las callejuelas del Centro Histórico sorprenden con su arquitectura tradicional y animada vida callejera, como la famosa Calle Larios.
La catedral de Málaga, apodada "La Manquita", cuenta historias de distintas épocas arquitectónicas. La Plaza de la Merced, con la estatua de Picasso, rinde homenaje al famoso pintor nacido aquí. Las playas doradas, como La Malagueta, invitan a disfrutar del sol y del mar. La gastronomía malagueña deleita con pescados frescos, espetos y tapas en bares locales.
Málaga, con su atmósfera relajada y su mezcla de tradición y modernidad, es un destino que cautiva a quienes buscan la esencia mediterránea.
Duerme a unos pasos de la Calle Larios en el Petit Palace Plaza Málaga.